domingo, 6 de enero de 2008

El País de la Mariposa Monarca

Seiscientos cincuenta y cuatro escalones, más un kilómetro de sendero en subida en el bosque, es el camino que se debe recorrer para llegar al País de la Mariposa Monarca en el Santuario “El Rosario” ubicado en el Estado de Michoacán. Ésta es una de las especies de polillas más hermosas que hay, con sus suaves movimientos y patrón ámbar brillante y negro. Además de entre todas las mariposas su periodo de vida es mucho más largo que el de cualquier otra, aproximadamente siete meses, mientras que las demás especies viven solamente entre tres y cuatro semanas. La monarca es especialmente admirada por su larga migración anual. Su éxodo inicia en agosto desde Estados Unidos y Canadá hacia el sur en los Estados de Michoacán y México. Es uno de los pocos insectos que logra realizar travesías transatlánticas. Se dice que por cada una que vemos en su santuario hay miles que murieron en el camino. No sé que tipo de magia poseen estos seres de sangre fría, pero realmente transmiten una sensación de vínculo con la naturaleza y gran paz mientras aletean sobre ti. El camino en el santuario es como un paisaje de cuento de hadas, mientras observas el bosque cubierto de nubes de estos insectos. Tuve unos días de vacaciones en el trabajo y aprovechando quise visitar este lugar, el cual ya me habían dicho que es maravilloso. En efecto lo es, ir subiendo por el sendero mientras vuelan millones de mariposas a tu alrededor es un espectáculo natural, que bien vale la pena.

Jugueteando con los rayos de sol cual si fuera una lluvia de hojas de otoño y tapizando troncos y ramas al caer la tarde, las mariposas monarca pasan el invierno en los bosques de oyamel de Michoacán y del Estado de México en colonias de hasta veinte millones de individuos, después de haber cubierto más de cinco mil kilómetros para dejar atrás las heladas montañas de la región de los Grandes Lagos de Norteamerica. Resulta un tanto difícil imaginar a una mariposa de escasos centímetros recorriendo 120 kilómetros en un día. Y sin embargo, la mariposa monarca(Danaus plexippus plesippus) es capaz de ello. La monarca habita la franja fronteriza de Canadá y los Estados Unidos durante el verano, cuando los días largos y las altas temperaturas le permiten madurar y reproducirse. Al terminar el verano, los días se hacen más cortos y aparecen las primeras mariposas de aire polar, causando una disminución drástica de la temperatura. La falta de control de la temperatura interna y la escasez de alimento por el letargo invernal en que entran las plantas de las que se alimenta la monarca, la obligan adesplazarse hace latitudes más cálidas.

Hasta la fecha se conocen tres rutas migratorias. Las monarca que viven entre el Pacífico y las Montañas Rocallosas se dirigen hacia el estado de California, cerca de San Diego. Las poblaciones que habitan entre el Atlántico y los Grandes Lagos cruzan los estados de Carolina y Florida, para llegar a Cuba, aunque después de ahí no se sabe con certeza hacia dónde se dirigen. La tercera ruta es la que, a fines de septiembre, parte de la zona ubicada entre las Rocallosas y los Grandes Lagos, y baja hacia México por la Sierrra Madre Oriental, entra al Altiplano por las montañas más bajas, para llegar a mediados de noviembre a los estados de México y Michoacán.

En su largo viaje, las monarcas empiezan a moverse cerca de las 9:30 de la mañana y a las 18:30 ya se les ve en grupos 600 mariposas pernoctando en árboles que encuentran a su paso. Durante el vuelo evitan montañas altas y prefieren los valles abiertos por donde corren los vientos que vienen del norte. Las mariposas se colocan en las corrientes de aire ascendente, se dejan llevar planeando, y aletean solamente cuando pierden el viento o cambian de rumbo. Si la corriente es muy fuerte pliegan las alas en V para controlar la velociadad y la dirección y las extienden por completo cuando ésta es muy débil a fin de recibir el poco viento sobre toda la superficie de las alas. Con esta técnica de vuelo, la monarca recorre tres mil kilómetros en aproximadamente 25 días.

La mariposa monarca establece sus colonias en los bosque de oyamel (Abies religiosa) de las laderas sur y suroeste de las montañas en donde haya algún arroyo cercano, a más de 2,700 metros sobre el nivel del mar. Las mariposas se agrupan durante las noches y en los días nublados y con lluvia, en la franja media de los árboles, en donde los vientos no fluyen con fuerza y las tempueratruas no son tan extremas. El tapiz que forman sobre los troncos y los racimos que cuelgan de las ramas permiten a las monarca conservar el calor. Con frecuencia el exceso de ellas o los "Nortes" hacen que las ramas se desprendan, regando un sinnúmero de mariposas por el suelo, dejándolas expuestas al frío y la de-predación, lo que constituye la principal causa de mortandad. Se estima que solamente la mitad de la población sobrevive a la hibernación, lo cual significa una hecatombe de millones de mariposas durante cada migración.

A mediados de febrero, en que la temperatura aumenta y los dís se hacen más largos, las monarca comienzan a aparearse, y la búsqueda de flores para extraer el néctar se intensifica, pues hace falta acumular energía para el regreso. Este recorrido se inicia a principios de marzo, cuando grandes grupos de mariposas levantan el vuelo simultáneamente, batiendo sus alas en un ruido sordo, para encontrar alguna corriente de aire ascendente y dar principio al viaje de regreso.

A mediados de marzo, en los santuarios sólo quedan como testimonio los cadáveres de las mariposas muertas, y los bosques de oyamel regresan a su antiguo aspecto, aguardando el fin de año, cuando nuevamente llegarán millones de mariposas monarca, repitiendo este maravilloso fenómeno, de cuya continuidad somos todos responsables.

Se accesa, desde la Cd. de México, Toluca, Morelia o Guadalajara por la autopista de peaje México-Guadalajara. La salida más cómoda, para el visitante que solo se dirije a visitar a la Mariposa Monarca es la de Contepec-Tlalpujahua. Se dirige hacia Tlalpujahua y al salir del pueblo se toma el camino a Angangueo, Michoacan. Por distancia son unos 35-40 km desde la autopista. Por mucho, es mejor camino que la vía a través de la ciudad de Maravatío, mucho mas corto en recorrido y cuenta con menor nivel de desgaste en los caminos.

1 comentario:

m i g u e l RUIZ dijo...

Quedan guardadas las imagenes de las huídas al santuario en mi infancia, sin duda es un acontecimiento maravilloso que vale la pena disfrutar.


Saludos!!!