lunes, 21 de enero de 2008

Renacuajo

Jovenzuelo, tú que tratas de tiznar con tu jovialidad, frescura y eficiente alegría mientras todo el mundo busca a alguien. Mírate, ya eres todo un lagarto, pero no hace ni tres días que eras un renacuajo; recordándonos así que el tiempo pasa lento para los que esperan, rápido para los que temen, largo para los que se lamentan y muy corto para los que festejan.
Te escuché decir que ahora quieres ser un tiburón y sabiendo eso no me cabe duda que mientras más creces más es lo que quieres. Eso está bien, pero te advierto que no puede haber crecimiento sin sacrificio, no te dejarán subir las escaleras sin un motivo válido y sobre todo, no podrás alimentarte si no eres capaz de cazar presas más débiles que tú. Si caes en un agujero, tienes dos opciones: Rendirte y quedarte ahí o luchar y sufrir para salir; si te quedas serás un triste mediocre, pero si sales respira profundo el aire que tanto trabajo te costó.
Creo que ya fue suficiente de aburridos sermones, mejor platícame sobre tus escamas verdes y acerca de los insectos que comes...

4 comentarios:

julieta dijo...

Me gusta "renacuajo", la concepción pensada vagamente sobre el tiempo pero nunca terminada por mí, es clara y muy acertada.
Terminándolo de leer me acordé de un poema de Benedetti, creo. Con algunas similitudes en común.

Por aquí sigop viendop.

Karla dijo...

El renacuajo tal vez solo llegue a ser un sapito.. pero quien somos para evitar que deje de soñar

Gerardo Ruiz dijo...

pues yo solo se que el renacuajo ve en el espejo al renacuajo pero les platica a las ranas que es un tiburon... pero las ranas croan carcajadas por que todos en el pantano saben que sigue siendo... el renacuajo

total hay muchas ranas por aqui

Alex dijo...

Hola Manuel,

Qué bueno que hayas pasado por mi blog y decidieras qudarte un rato. Gracias además por estar allí.

Espero sigamos la comunicación :)

Un gran abrazo