domingo, 23 de marzo de 2008

¿Zapatero a tus zapatos?

El pasado 2 de marzo de 2008, Björk se ganó la antipatía de las autoridades chinas, luego de corear “Tibet, Tibet” durante la canción “Declare Independence” en su actuación en Shangai. La letra de dicha canción contiene frases como “Protege tu lenguaje” “Iza tu bandera, alto, más alto” y al usarse para referirse al severo gobierno que el país con mayor población de todo el mundo tiene sobre la región de los Himalayas, fue considerada como una violación a la ley de China y una ofensa a los sentimientos de tal país asiático. En consecuencia, las autoridades de la Nación China han decidido que limitarán las presentaciones de artistas extranjeros; lo que es una verdadera pena, pues recién se había aperturado a este tipo de eventos. Como antecedente histórico, la ocupación militar china del Tibet se dio poco después de la Segunda Guerra Mundial y están por cumplirse 58 años desde entonces y se ha ganado la crítica de gobiernos extranjeros y activistas, mientras que los tibetanos consideran al exiliado Dalai Lama su legítimo gobernante.

Björk emitió un comunicado en el que expresó que ella no es una mujer de política y que encima de todo es un músico tratando de expresar la gama completa de emociones humanas; argumentando que la canción fue escrita a base de su pensamiento personal, pero que ha adquirido un sentido más amplio, refiriéndose a la lucha de una nación oprimida.

En relación a esto, las opiniones se dividen hacia los dos bandos; por un lado se aplaude el valor de tomar tal postura ante un gobierno que no permite la libertad de expresión como en otros países y usar la voz a favor de una región oprimida oficialmente desde 1950, pero por otro, no considero que tales declaraciones hechas por la cantante sean apropiadas. Es un hecho comprobado que la política y la música “comercial” no se llevan bien. Los chinos que acudieron al concierto en la Arena Shangai pagaron su entrada para disfrutar un espectáculo de música y color, no para conocer la opinión política de un extranjero, zapatero a tus zapatos. En ese sentido, el hecho se podría considerar como una falta de profesionalismo cuyas consecuencias se reflejarán en las limitaciones que dicho gobierno impondrá a los artistas para presentarse ahí. Hasta hace poco tiempo China empezó a abrirse al resto del mundo y teniendo las nociones de su conservadurismo, lo más prudente para cualquier forastero es abstenerse de declaraciones así. Además hay que tener en cuenta que el Tibet ha estado bajo la influencia de la administración china desde hace cientos de años formando parte incluso de los mapas. Obviamente una situación muy delicada.
Sin duda este incidente lo olvidará el mundo entero en unos días, pero sin vacilación los chinos quedarán resentidos. Es parte natural del ser humano, molestarse al escuchar cosas que no le parecen sobre todo cuando se anteponen a la autoridad estricta; pero también hemos adquirido gracias a los nuevos tiempos cierto liberalismo que nos permite expresar nuestra opinión en contra de lo que consideramos “estar mal”. Desde esa perspectiva los chinos deberían aplicar uno de los principios del budismo que tanto practican, que dice que el mal no existe y todo depende del punto de vista; en este aspecto yo no podría estar más de acuerdo.

El coro de Björk en su concierto no hará que los chinos se retiren del Tibet, y no creo que mueva a su pueblo a levantarse en contra de ello; por lo tanto, lo considero un incidente sin importancia y no merece la relevancia que se le da. La semana pasada, varios activistas franceses convocaron a todos los deportistas de la Unión Europea a no participar en las próximas olimpiadas a realizarse en China, en protesta por la opresión al Tibet, mientras que el comité olímpico comunicó que la antorcha pasaría por el Tibet; vaya controversia... Esperemos a ver si los franceses no participan en los juegos próximos a realizarse...

Lo que me parece interesante estudiar respecto a esto, son las diferentes reacciones que un hecho ocurrido como éste provocan en las personas. Relacionando esto un poco con la entrada anterior sobre el ataque a la tribu emo en la ciudad de Querétaro, en un conflicto siempre habrá personas que den su apoyo y otras no, eso ya depende de nuestros valores y creencias. Por ejemplo, la semana pasada cuando salí a la defensa de los derechos humanos de los emo condenando la violencia del ataque hacia ellos, hubo personas que apoyaron mi postura, mientras que otros a base de groserías trataron de ponerme como “chancla meada”. Pero al final de cuentas, todo queda ahí, en una opinión. Me parece tonto tomar represalias contra las personas, cuando todos somos libres de pensar como queramos y eso es algo importantísimo, lo que nos diferencia de cualquier otra especie en este planeta. En el caso de las declaraciones pro Tibet de Björk es lo mismo. Yo tampoco estoy de acuerdo en la opresión china sobre el Tibet, pero también considero inapropiado el hecho de que la cantante usara una plataforma así en un concierto, como lo dije antes, la política y el espectáculo no se mezclan.
Para concluir, creo que es muy importante siempre pensar en las consecuencias de nuestros actos antes de hacerlos (el famoso efecto mariposa), pero también hay que respetar las opiniones de quienes difieren con nosotros. La convivencia entre seres humanos no es para nada sencilla y no tiene lógica, como la misma Björk lo expresa en su canción “Human Behaviour”, por eso para evitar problemas hay que ser diplomáticos. Agradezco tu visita y lectura a mi blog; nos vemos la próxima semana con alguna otra ocurrencia…

1 comentario:

Gerardo Ruiz dijo...

Yo considero el Tibet como la region mas pacifica del mundo.

Los legados de gobiernos comunistas en china no hacen mas que reprimir a una religion que se dedica a la paz y al respeto por el mundo y lo que lo habita.

Bien por Bjork y mal por los gobiernos chinos