El huracán Shakira en Querétaro

El pasado miércoles 16 de mayo de 2007 recibimos en nuestra bella ciudad de Querétaro al huracán Shakira con su gira Fijación Oral. Según anunciaban en la televisión local, ella escogió nuestro Estado para ofrecer uno de los once conciertos con los que cerraría su Tour mundial. Le doy este espacio porque el evento lo amerita; le pese a quien le pese es la artista Internacional más importante que ha dado Latinoamérica.

La organización del evento estuvo muy bien: Por parte de la Guardia Municipal hubo mucha seguridad y además todo el concierto se llevó a cabo en medio de mucho orden y sin ningún contratiempo. Eso habla bien de los Queretanos.

Tengo entendido que la venta de boletos iba mal, no vendieron lo que los organizadores esperaban y terminaron rematando al 2 * 1 a última hora. Qué coraje para mí que compré mi boleto un mes antes y en preventa con el plus de un cargo de $200 por el servicio Ticketmaster. Es cierto que los precios sí eran caros, iban desde $2,500 hasta $300 pero cuándo habíamos tenido un artista así en esta ciudad. Si por Juan Gabriel y el Buki hace dos o tres años, los boletos costaban $1,900 y el estadio se llenó, los queretanos se morían por ver a Juanga que ni espectáculo trae; no sé por qué se les hizo imposible pagar $600 más y ver a Shakira con su show. No, definitivamente este tipo de conciertos no son para provincia, ahora entiendo por qué nunca nos visita nadie importante; los precios se inflan mucho y sangran a la gente. Pero bueno, fue la primera y última vez, de aquí en adelante que se conformen con ver a Paquita la del Barrio por $400 en el palenque o que paguen $100 por los conciertos “Underground” que hacen en el Casino Leonístico.

A fin de cuentas sí se llenó el concierto y al menos de algo me sirvió haber comprado en preventa, pues en los lugares que teníamos se veía perfectamente el escenario sin necesidad de las pantallas; leí en el periódico al día siguiente que se calcula una asistencia de 30 mil personas.

En puntito de las nueve de la noche se apagaron las luces del estadio y se encendieron las del escenario mientras los músicos tocaban la obertura de “Estoy aquí” y aparecía Shakira descalza con una blusita negra y un ajustado pantalón a la cadera negro también para iniciar el show que durara hora y media mientras el público coreaba la canción.

Luego de saludar al público y agradecer su asistencia, dijo algo que me gustó: “¡Querétaro esta noche soy tuya!” je je, bueno esto lo dice a toda ciudad donde se presenta pero fue chido que lo pronunciara mientras toda la gente gritaba. También presentó a los integrantes de su banda. Se echó sus éxitos: “Antología” que fue súper coreada junto con “Inevitable” (una de mis favoritas), en inglés “Don’t Bother”; “Si te vas” “Ciega Sordomunda” y ya luego se cambió de ropa a una falda para poner a bailar a todos con “Suerte” y “La tortura” ¡Esta vieja sí que sabe su oficio, cómo es buena para prender a la gente! En persona se ve chaparrona, pero eso sí lo que se ve igualito que en la tele es tu abdomen de lavadero y ese trasero y caderas que la tienen en la cima del mundo, Bubblicious jaja.

Cuando cantó “No” se me erizaron los pelos jaja, además me gustó esa interpretación porque sacó un vestido rojo guango, mucho aire y humo estilo “la llorona” porque “Hay” mis hijos, sí del verbo haber jaja. Después de esa se aventó “La pared” con un piano.

Hubo una parte del concierto (no me acuerdo en qué canción fue) que se bajó del escenario para pedir a sus fans que cantaran y bailaran con ella. Luego de eso se volvió a cambiar de vestuario por uno así como de odalisca y bailó algo así como la danza de los siete velos para tocar “Ojos así” en esta fue donde hubo frenético movimiento de caderas y nachas.

Ya por último acompañada de bailarinas odaliscas con velos que cubrían parte de su rostro cantó “My Hips don’t Lie” con la que cerró el concierto. La verdad es que sí lo disfruté mucho y estuve muy a gusto. Hubiera tocado media hora más. A la salida también hubo mucho orden y ah, la acústica estuvo muy chida.

Dicho sea de paso aprovecho para enviarle una enorme felicitación a mi hermana por su cumpleaños número 21. Mil felicidades, aunque no creo que lea esto...

Ya me cansé de escribir, ya me da hueva editar y estructurar; mejor me despido con un “gracias por leerme.”