martes, 13 de octubre de 2009

Martes

A lo mejor ni se den cuenta, pero la fuerza detrás de cierto designio revolotea in tempestuosa y éste no es definitivamente el tiempo de aflojerarse. Esta semana ha sido un mar en calma, pero hoy precisamente no me pasaron inadvertidas las malas intenciones y la atención negativa de cierta personita hambrienta de la presencia y motivación de los demás para que las cosas le sucedan. Ya entiendo por qué los lastres y las malas vibras rodean permanentemente a alguno que otro.

Así es, esa persona que se dice "cercana" ha sido bastante poco cooperativa y muy egoísta pero yo no me culpo por ello; no tengo por qué solidarizarme con semejante conducta y formarle nubes negras a mi mar en calma de esta semana. Y es que las responsabilidades adicionales y prolijamente innecesarias crearon el martes cierta distracción que me obliga a reconocer dónde residen las verdaderas lealtades. Aunque me dio la impresión de perder el tiempo en intentos de avanzar, no me desesperé, fue simplemente un mal día.

Realmente necesito hacer una pausa de las presiones de la insistencia para que este fin de semana pueda dedicarme a crear un espacio (que no tenía) de aquello que me pone nervioso. Las cosas saldrán de acuerdo a lo planeado.

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