domingo, 27 de julio de 2008

El apicultor


El secreto de la felicidad está en trece mil aguijonazos, dice el apicultor. Es injusto, porque cuando una abeja pica, ésta muere, lo saben y aún así su criador las hace dar su vida por los pacientes que acuden en busca del veneno para paliar los violentos ataques de las distintas enfermedades por ser un remedio profiláctico excelente.

Pero la reina de las abejas ya no está satisfecha con el trabajo del apicultor y hace que sus súbditas lo traicionen y lo maten. Siendo la líder de su enjambre integrado por millones y millones se encarga de extraer el alma de las personas y con eso hacer sus panales. Su apetito se ha vuelto insaciable.

Las abejas no son muy inteligentes que digamos y por ello no se dan cuenta que el mundo se está acabando gracias a ellas...

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