"Muy, muy rico"

• Qué les cuento: Estas últimas cuatro semanas en el trabajo para mí han sido las peores en todo el tiempo que tengo trabajando en esta empresa. Se preguntarán ¿por qué? Bueno pues es todo gracias a mi alumno “Muy, muy rico” (Es su apodo; recuerden que no se vale usar los nombres verdaderos). Sí, desde mediados del mes pasado contrataron a una nueva persona a la cual yo le voy a dejar mi cartera de empresas para tomar una con mayor volumen y más complejidad en su administración y por ende tengo que capacitarlo al 100%
  
  Justo cuando pensé que me había librado de “Yo antes era millonario” para siempre, llega esta personita que resultó igual de mitómano y presumido. Resulta que este señor que contrataron se jacta también de tener “mucho dinero” y ser un “ch*ngón” – No sé por qué, pero parezco ser un imán para atraer a mi cercanía este tipo de personajes tan pintorescos. Entre las muchas anécdotas que me ha platicado recuerdo las más relevantes:
  
  Él antes de trabajar en esta empresa como auxiliar de área fue Gerente General de una importante empresa de alimentos industriales. Si esto fuera verdad, qué bajón tan gacho dio y qué poquiteros son en la compañía donde ahora trabaja pues desaprovechan su valiosísima experiencia, además debe haber muchísima diferencia entre el sueldo de un “Gerente general” al de un auxiliar de área. Sin duda se trata de una gran mentira.
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  Una vez, sin venir al caso sacó el tema de los viajes, me preguntó si yo he viajado al extranjero y antes de que le respondiera, se adelantó y me informó que él conoce muchos países europeos ya que constantemente sale de paseo al viejo continente (como si fuera tan barato) y no sólo eso, sino que también ha recorrido Sudamérica numerosas ocasiones. Mientras me contaba todo esto yo divagaba en mi mente con un burro mosqueándose.
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  El extravagante señorito de treinta y dos años afirma que “ha viajado mucho más en avión que en coche” como si los boletos de avión costaran $50.
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  Entre otras muchas jaladas, asegura haber comprado una mansión (en una colonia más hacia el norte de la Reforma Agraria (una de las más chacas de todo el Estado de Querétaro) la cuál cuesta mucho, mucho dinero y que tan sólo de enganche sacó de su bolsa $250,000 (doscientos cincuenta mil pesos 00/100 M.N.) y los pagó al chaz chaz, si eso costó el puro enganche ¿cuánto costará la casa?
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  Pero la jalada que se ganó el premio mayor fue cuando me dijo que él tiene una casa en la playa ubicada en un pueblucho en Veracruz(del cual ni siquiera recuerdo el nombre); pero que la casa está equipada con palapa, alberca con bar, y mucha fantochada más. Ojo amigos lectores de este blog, en esa casa si uno la visita se la pasa muuuuuy a gusto y “Muy, muy rico” – De ahí el apodo con el que bauticé a este pelmazo.
  
  Ah caray, lo que hace la gente loser por tratar de llamar la atención, digo, ¿para qué inventar ese tipo de idioteces? ¿para impresionar? ¿? En lugar de eso, quedan peor…
  ¿Por qué dudo que sea verdad todo lo que presume “Muy, muy rico”? Bueno, pues por lo siguiente:
  
  Para mí un indicador de que alguien tenga dinero está primero en la forma de vestirse, y este cuate repite constantemente su vestuario, pues como es nuevo aún no le entregan su uniforme, así que tiene que acudir al trabajo vestidito de civil formal y sólo tiene 3 camisitas (una verde, una blanca y una beige) y dos pantaloncitos (uno negro y uno azul marino bastante desgastadito).
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  Si tiene tanto dinero como para viajar tan frecuentemente a Europa y Sudamérica y de ahí le sobran $250,000 para dar el enganche de una casa y aparte puede mantener una casa en Veracruz para pasársela muuuuuy a gusto y muy, muy rico; ¿por qué no tiene coche? Yo lo he visto llegar al trabajo e irse en camión.
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  Si el dinero no representa ningún problema para él porque le sobra, ¿por qué no paga el teléfono de su casa? – Un día por morbo marqué el número de su casa y la clásica grabación de Telmex me contestó: Estimado usuario, su llamada no puede ser contestada debido a que el número que marcó está fuera de servicio, no es necesario que lo reporte al 050. En resumen, por exceso de pago le cortaron el teléfono.
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  Insisto que si tiene tanto dinero para vivir lujos en Veracruz, mansiones y viajes en avión ¿por qué cuando lo hemos invitado varios compañeros de la chamba a tomarse una cerveza con nosotros no quiere ir? – La respuesta es “Para no gastar”
  Otra de sus falsedades es que se presenta ante los demás como licenciado; cuando mi jefe me dijo que ni carrera trunca tiene pues se quedó en el segundo semestre de mercadotecnia; pero eso sí, muy fregón se pone el título de Lic. en su firma electrónica. Imaginen el cuadro: Lic. Muy, muy rico.
  
  Lo peor del caso no son las fantasías que platica, sino que intelectualmente es un perfecto idiota. El trabajo que realizamos no es muy complicado, pero requiere un bajo porcentaje de razonamiento, aspecto en el que “Muy, muy rico” adolece por completo. Me desespera muchísimo que le explico y le explico y simplemente no le entra; como que lo suyo no es el aprendizaje. Todavía no entiendo cómo llegó a ser el “Mero Mero” en una importante empresa de alimentos industriales. Ya estoy fastidiado de hacer mi trabajo todo lento para que él vea cómo hacerlo y cuando le pregunto si tiene dudas me contesta que no; pero cuando lo dejo solo hacer el trabajo me sale con que no entendió y no sabe. Tache para los de recursos humanos por haber escogido a esta basura, ya tiene un mes y el baboso no ha aprendido casi nada. Creo que al contratarlo se fueron con la finta, pues el señor es según muy sociable y le saca plática hasta a las piedras.
  
  Creo que ya fue suficiente, el tema da mucha tela de donde cortar pero qué hueva; mejor si hay más datos relevantes de este idiota en los próximos días, tengan por seguro que les contaré; mientras por hoy me despido con un saludo y recuerden pásenla muuuuuuy a gusto y “Muy, muy rico”