Cuatro personajes, en cuatro distintos puntos cardinales de este planeta y que guardan correspondencia con cuatro deidades del mundo antiguo, el día de hoy tienen algo en común: testificar el nacimiento de una nueva estrella.
Kamapu, un joven de clase trabajadora en la paradisíaca isla de Hawai había estado enviando y recibiendo cartas de la diosa Pele que habita en el volcán Kilauea y previamente había salvado a la familia del muchacho durante el tirar de su ira en la devastadora erupción de 1990. En aquella década la vengativa Pele arrojó una pavorosa furia arrasando en un ardiente río de lava iglesias, parques y escuelas; oscureciendo el cielo del poblado de Kalapana con un denso humo negro. En la comunicación entre Kamapu y Pele nunca se estableció el motivo de la maldición, la pesquisa de los documentos sólo discutía sobre el surgimiento de una nueva y misteriosa estrella en el firmamento de nuestra era moderna.
En otra parte del mundo, una anciana de nombre Helga había estado atormentada con sueños acerca de su propia muerte, por lo que se hizo acreedora a la protección del dios Odín el rey de los héroes del Valhala. Éste por medio de una carta comunicó a la afligida viejecita la promesa de su amparo. Odín menciona en el escrito la inexplicable aparición de una joven estrella.
Mientras tanto, en la República del Congo, un alto funcionario de nombre Denis Gokana se ha dedicado en secreto a la venta de petróleo a precio reducido a compañías privadas de su propiedad; esto planteó serias dudas a los habitantes de aquella región africana respecto a la sinceridad de las promesas del gobierno acerca de la reforma de un sector petrolífero corrupto y mal administrado, al mismo tiempo que este país empobrecido reclama a la comunidad internacional el alivio de su deuda. Este hecho capturó la atención de Maramba, el dios africano especializado en la caza y en la justicia. Por medio de uno de sus sacerdotes envío un memorando al señor Gokana, ya que éste le había sido consagrado a sus doce años. Si el hombre era inocente de las acusaciones al jurar sobre el documento no le pasaría nada, pero en caso contrario caería muerto. En dicho escrito además de leerse las inculpaciones contra el burócrata se advertía sobre la aparición de una nueva estrella, que entre otras cosas probablemente profetizaba la muerte del mandatario corrupto. Así fue, al tomar el juramento y revelándose la verdad, Denis sufrió el castigo divino por su deshonestidad.
Por último tenemos 3 telegramas en los que Pawahtún, un dios de los mayas, envió a un astrólogo de identidad desconocida radicado en la ciudad de México, en los que en cada uno se especifica la ubicación exacta de una nueva estrella aparecida hacía apenas unos días...
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